Raúl Anguiano: De los trazos y el color hacia la pintura nacional
13 de enero de 2020.
Hoy se conmemora el aniversario luctuoso del pintor jaliciense Raúl Anguiano, un hombre cuya trascendencia reside en su gran amor por México, por plasmar con sus pinceladas los rincones del país, las tradiciones e historias que lo deslumbraban en su andar diario dentro y fuera de nuestras fronteras.
El maestro Anguiano inició su trayectoria artística a muy corta edad, a los doce años ingresó en la Escuela Libre de Pintura; formó parte de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios donde conoció al pintor Diego Rivera y José Clemente Orozco y junto con sus con sus colegas Leopoldo Méndez, Alfredo Zalce, Fernando Castro y Pablo O’Higgins fundó en 1938 el Taller de la Gráfica Popular (TGP).
Fue reconocido como pintor, muralista, ilustrados y grabador, la temática de sus obras versó en torno al México rural, el indigenismo, las fiestas populares, tradicionales y religiosas, su pincel lo dedicó al Patrimonio Cultural Inmaterial de México.
Dicha pasión le dotó del reconocimiento como “ícono de la identidad nacional”, un sello alusivo a su talento en cual conjuntó el discurso social de las comunidades originarias de México, con un lenguaje visual majestuoso, cuya técnica versó en un ensamble preciso de formas y colores que invita a los espectadores a insertarnos en ese proceso comunicativo.
El maestro Raúl Anguiano concertó más de cien exposiciones en México y el extranjero, pintó murales en la Ciudad de México, Puebla, Morelia y Jalisco, y fue el artista de la tercera generación de muralistas que dejó obra en Estados Unidos.
Cuāuhpilli, en Ittoni.